viernes, 5 de junio de 2009

“Trabajo infantil de la mano con el riesgo social”.


“Trabajo infantil de la mano con el riesgo social”
Escrito por Carolina Angulo
3er año de periodismo
Universidad Austral de Chile

En Chile y el mundo el trabajo infantil está ligado enormemente a la condición de riesgo social, no solo por la vulnerabilidad y explotación en la que se encuentran enfrentados los niños trabajadores, sino también a los importantes abusos físicos y psicológicos por la sociedad.

Su historia y una acogedora naturaleza hacen de Valdivia una de las ciudades más atractivas y visitadas del sur de Chile donde los principales actores en las tardes de primavera son artistas callejeros, artesanos y comerciantes ambulantes.

“¡Señorita, Señorita! Cómpreme paños de loza, están re baratos, le doy 3 por mil”, fue lo primero que escuché, y al bajar la mirada ví el rostro de una niñita que me sonreía mostrándome sus productos con un especial gesto de amabilidad.

A sus 14 años María Belén no estudia y tiene como deber el cuidado de sus hermanos Emerson (12) y Sebastián (10). Tarde a tarde ofrecen sus productos a las afueras del local de comida rápida McDonals en la esquina Pérez Rosales con Chacabuco.

Es común que en aquella esquina cercana a los locales de comida McDonals, Bocátto y Shop Dog, se reúna un grupo niños qué como María Belén buscan obtener dinero de alguna manera. Mientras unos se esfuerzan por vender productos, otros se las ingenian limpiando parabrisas o acomodando vehículos, otros optan por el camino fácil y simplemente piden dinero a los transeúntes.

No es fácil trabajar en la calle

La presencia de los niños dentro o en las afueras de los locales de comida rápida, no es bien visto por los empleados o encargados de estos, ya que no está permitida la venta de artículos ni la limosna en ninguno de los locales ya mencionados.
El local más afectado por la presencia de los niños es McDonals, primero por la ubicación en la que se encuentra, y segundo por lo llamativo que resulta su imagen y propaganda para los menores.

El encargado de área de McDonals Fabián Valdebenito comenta que el personal entero de este local de comida rápida esta terriblemente descontento con la presencia de los niños, ya que de un tiempo a esta parte los menores entran al local ocasionando disturbios, haciendo pasar malos ratos a cliente y trabajadores.

El encargado también hace referencia a que en un principio, se les dejaba ingresar sin ningún problema “Muchas veces los clientes y nosotros mismos les debamos comida o dinero, pero con el tiempo se acostumbraron, y después comenzaron a ser groseros e irrespetuosos si no se les daba lo que pedían”.

Rescata también que los trabajadores de McDonals se ven diariamente obligados a llamar a carabineros porque los niños ingresan sin autorización al local cuando se encuentra cerrando al público. Siendo casi imposible sacarlos después de las 10 de la noche.
En Bocátto Carolina Rojas, garzón, cuenta que la visión de su empresa es un tanto más relajada ya que nunca han tenido reclamos por parte de los clientes por la presencia de los niños, además apunta que algunas veces el encargado del local autoriza para regalar comida a los menores.

La mayoría de las veces los clientes de estos locales son indiferentes a los “problemas” que ocasionan los niños que cómo María Belén trabajan o piden plata en la calle, la mayoría de las veces los cliente les aportan con dinero o les compran comida. Pero también hay ocasiones donde los mismos clientes reclaman por sentirse vulnerables a robos por parte de los menores.
Ivonne Mercegue cajera de Shop Dog, reafirma esto último señalando que se tiene especial cuidado con el ingreso de estos menores a su lugar de trabajo, porque se han registrado robos de propinas a los garzones y cajas con dinero para donaciones a instituciones, además del reclamo de clientes por sentirse como posibles de hurtos dentro del local.

“Es difícil el trabajo en la calle porque la gente mira feo y trata mal, la gente piensa que uno porque es pobre anda robando” fue la respuesta de María Belén cuando se le pregunta sobre el trato de la gente en la calle, respuesta que es respaldada con un movimiento de cabeza por parte de sus hermanos Emerson y Sebastián.

• Según el ministerio del trabajo y previsión social “Más de 196 mil niños y adolescentes trabajan en Chile. De ellos, 107 mil lo hace en condiciones inaceptables, no cumplen la edad mínima de admisión legal al empleo de 15 años, no asisten a la escuela, trabajan en la calle, de noche o por más tiempo que la jornada legalmente establecida para todos los trabajadores.” La mayoría de los casos que detecta la Ficha pertenecen a las regiones del Maule, Bío-Bío, Los Lagos y la Región Metropolitana.

Niños en riesgo social

María Belén vive junto a su madre y sus 6 hermanos en el sector de Los Fundadores en Valdivia, Belén cuenta que su madre se esfuerza por entregarles una buena vida a ella y sus hermanos, pero que muchas veces el esfuerzo que hace su madre no les alcanza, es por esto que ellos tienen que salir a la calle para ayudar en la casa.

Niños como María Belén y sus hermanos son parte de los denominados “niños en riesgo social” quienes viven día a día los maltratos de una sociedad discriminadora y superficial, niños que lidian a cada minuto con la cruda realidad de la calle siendo vulnerables a maltratos físicos y psicológicos.

• Cuando se habla de “Niños en riesgo social” se refiere a todos aquellos niños que vienen de familias de escasos recursos que viven en lugares marginales donde están altamente expuestos a la drogadicción, delitos y abusos, además de tener un alto índice de deserción escolar.
Para María Belén el trabajo en la calle no es fácil, menos si su responsabilidad es cuidar a sus hermanos y llevar dinero a casa para cenar. Cuenta que tiene que llevar guardado un palo para defenderse cuando sale a trabajar “En la calle se ven muchas cosas, hay gente muy mala y uno tiene que hacerse la chora a veces pa` defenderse”.

Los peligros y abusos a los que se enfrentan los niños que trabajan en la calle son innumerables, entre ellos la discriminación, las agresiones verbales o físicas son las más comunes, pero estos niños también deben lidiar con algo que quizás es mucho más duro, las detenciones por carabineros y juicios para posibles ingresos a hogares de menores o centros juveniles.

María Belén cuenta “Me han llevado 3 veces detenida, la primera fue por hurto pero no tenía nada que ver y las otras veces por venta ilegal de productos en la vía publica, la última vez, mi mamá tuvo que ir a juicio porque querían que yo viviera en un hogar de menores”.
Según los estamentos gubernamentales los hogares de menores o centros juveniles son la mejor alternativa para la reinserción escolar de los niños en riesgo social, ya que en esos centros se les brinda apoyo y asesoría a los niños y jóvenes que lo necesiten.


Según Luisa San Jean asistente social, encargada del departamento social de la municipalidad de Valdivia, “Siempre se ha trabajado con los niños en riesgo social como María Belén y sus hermanos, se intenta reintegrarlos al sistema escolar o enviarlos a hogares de menores para mejorar su calidad de vida, ya que en la calle se enfrentan a muchos peligros”.
Ya pasadas las 21 horas los compradores de paños de loza ya no se cruzan por el camino de María Belén y sus hermanos. Es tarde y aunque las ganancias del día no fueron las esperadas es hora de volver a casa.

Tienen que irse antes de que lleguen los carabineros que una vez más fueron llamados por los trabajadores del McDonals, estopor culpa de otros niños que se rehusaban a salir del local a la hora del cierre.
Mañana será otro día para María Belén y sus hermanos, esperan vender más paños de loza, y poder llevar algo rico para cenar en su casa y compartirlo con su madre y sus otros 4 hermanos.

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