Por Victoria Martínez Antipa
estudiante de 3er año de periodismo
en la Universidad Austral de Chile
El 1ero de febrero del año 2007 la Feria Libre de Rahue, de Osorno, cambió su historia para siempre. Era el momento de abandonar Calle Chillán, lugar que por más de 50 años fue testigo de como esa feria iba creciendo, albergando no sólo a cientos de pequeños comerciantes que viajaban día a día desde la costa, sino que también siendo el espacio de miles de historias y recuerdos. Hoy, la Feria Libre está en una nueva y moderna infraestructura, que para muchos puede significar la modernidad y el progreso. Pero para otros, es volver a construir una historia en un lugar que ya no es nada familiar y que tras dos años de estar trabajando en ella, aún es como estar en una casa nueva y ajena a la vida de los feriantes.
Juan Carlos Chaura Fica tiene 52 años. Por más de una década fue dirigente gremial de esta Feria y estuvo involucrado directamente con lo que fue la lucha por dar a la feria un mejor pasar. Esta feliz con lo que han conseguido, pero reconoce que le ha costado mucho empezar a hacer historia en este espacio. Que tras su idea de progreso, esconde una gran cantidad de sentimientos encontrados entre lo que es hoy la feria y lo que fue por décadas.
Era sábado en la mañana y fui a la nueva Feria Libre, ubicada en calle Temuco, sólo a un par de cuadras de donde estaba la otra Feria. Debía localizar a Juan Carlos Chaura. Al llegar divisé la gran estructura de cemento, latas y fierros amarillos.Nada que ver con lo que era antes-pensé en ese momento- Caminé unos pasos y divisé el primer puesto de frutas, tuve suerte, porque al preguntar por mi personaje me señalaron que se encontraba a dos puestos más allá, frente a la florería. Lo reconocí de inmediato, justo había terminado de venderle unos tomates a un “casero”. Me acerqué y le pregunté si era quien yo estaba buscando. . Con su rostro amable me dijo que sí y me preguntó que deseaba-quizás pensó que quería algún fresco producto-, pero en verdad quería un poco de su tiempo para conversar con él-le expliqué quién era y el porqué estaba allí- a lo que el asintió sin ningún problema. La conversación había comenzado.
- ¿Desde cuando que trabaja en el Feria de Rahue?
Desde los ocho años que empecé a trabajar en la Feria. En ese tiempo los que estaban a cargo del local eran mis viejos, mis padres. Entonces yo seguí con la tradición. Desde ahí que vengo como feriante.
-Veo que dentro de la feria lo suyo es la fruta y la verdura
Sí, ese es el rubro mío las frutas y las verduras-respondió con una impecable sonrisa-
-¿Y de dónde las traen?
Del norte, siempre hemos preferido comprar en el norte…a los distribuidores de allá.
- Usted que ha vivido desde chico en la feria, ¿qué tenia de especial la anterior feria?
El cambio de una parte de la historia de la feria antigua, es que era un espacio más chico, pero con más vida. Era más unida la gente. El traslado acá significa progreso, pero este progreso trae lo siguiente; por el hecho de ser un local tan grande, y con sectores tan separados nos quitó esa unión, esa convivencia que teníamos día a día con toda nuestra gente porque estábamos más juntos.
- Había entonces en la otra feria como un orden especial que fue cambiado por completo acá…
Claro, aquí se ordenó más que nada.
- Y ¿cómo era ese orden que se daba allá?
Es que se daba por una cosa lógica, como era feria libre, todo el mundo llegaba y se ponía a trabajar en cualquier espacio y punto. No había mayor orden…era como más artesanal. Acá todo se ordenó, la carne en un lado, o sea todo tiene un espacio… y ahí ya perdimos la esencia de lo que era antiguamente la relación que teníamos con nuestros compañeros de trabajo.
-¿Cómo podría describir la esencia de la antigüa Feria?
-se demora varios segundos en responder, mientra piensa alza su mirada a los puestos vecinos- A ver…el lugar donde soñamos con un futuro mejor, eso era el recinto. O sea a la realidad de hoy día, este recinto sí es mejor, y en todo sentido de la palabra pero nos quedamos sin alegría, como sin ganas. Es que aquí todo se tradujo en plata y en cambio allá no era tanto eso…
-Y qué era más
Era más vivencia…
-¿Más historias quizás? , porque más que un cambio de local lo veo como un cambio más cultural
Exactamente…es que esa feria tenía hasta un aroma especial-noté la emotividad en sus palabras- estaba todo reunido ahí, tenía una cosa significativa. Por ejemplo llegaba le gente en anda con sus animales los bajaban y los vendían ahí. Acá no se puede hacer eso, a los animales los van a dejar a otro lado. Se perdió toda esa gracia, yo creo que esa es la gran diferencia, que aquí hay más orden.
-Están más limitados, y ya no cualquiera puede venir a vender…
Claro, porque hay una cantidad de locales determinado y los demás no pueden vender…
-¿Y su local allá era más pequeño?
No, era más grande allá. Pero yo estoy bien, estoy cómodo.
-Y cómo fue el primer día en esta nueva Feria
Fue de pena, empezar a acostumbrarnos de nuevo…como un parto nuevo le decíamos nosotros-se ríe-. Una vivencia nueva porque no sabíamos a lo que veníamos, una verdadera aventura. Y que nos ha costado un mundo.
-Después de dos años, ¿todavía le sigue costando adaptarse?
Si...todavía. Es que nos falta más información de donde está ubicada la feria, más espacio y tener más difusión. Eso recién lo estamos recuperando ahora.
Por estos días la Feria Libre es un espacio mucho más amplio que el anterior. Tiene una especie de segundo nivel en donde se ubican kioskos más “producidos” ofreciendo los diversos productos. En la parte inferior, un puesto al lado del otro, tiene en la parte superior el título del puesto o el número correspondiente. Una zona es para los chacareros, en la otro extremo están los mariscos y pescados. Y en el centro, llegan los buses cada mañana y tarde para tomar pasajeros con destino a la costa. Es un espacio que poco tiene del anterior, como lo dice el mismo Chaura.
-Se refiere al hecho de las personas que les iban a comprar allá
Claro, era un lugar tradicional y cuando cambian los lugares tradicionales para irse a un nuevo local cuesta un mundo adaptarse. Es como si sacaran el mercado en Puerto Montt o la feria en Valdivia…o sea cómo se re ubican, es difícil. Cómo se vuelve a tener la misma mística.
-¿Cree que esta feria va a tener su propia mística?
Si, si. Estamos trabajando para lograr eso, por lo menos tenemos buenos contactos con la autoridad, así que vamos a ponerle harto empeño.
- Cómo nace la idea de crear esta Feria, ¿es de parte de ustedes o de las
autoridades?
Fue una decisión del municipio anterior. Es que convivíamos con un colegio, que tenía jornada completa. Y como no tenían los espacios la única opción era tener una feria nueva. Y como nosotros no éramos dueños de ese espacio, que era municipal, el municipio nos dijo, ustedes se van y punto. Entonces no nos quedó otra. Asumir nomá.
- Cuando les dijeron, ya ustedes se van de esta feria, ¿qué fue lo que pensó?
Era cómo le hacemos entender a la gente que ya estaba decidido el futuro nuestro. Fue una labor bastante grande, porque hay mucha gente que no se vino y se fue a otros espacios…y los que asumimos de venirnos para acá, estamos en la aventura, creo que no ha sido malo y hay que de poco acostumbrarse.
-Usted pensó en no venirse o irse a otro lugar
No, era muy difícil porque estaba liderando el movimiento así que yo no podía dudar, no tenía ese derecho. La cosa era nuevo si o si, era progreso y había que asumirlo.
-Entonces que hay detrás de este progreso, ¿tiene un lado B?
Claro… todo lo que tiene progreso deja harta gente herida en el camino. Gente que no se acostumbra, que ha entrado en depresión, o que estuvieron un año y se fueron. Personas que se enfermaron y fallecieron. O sea todo esto no ha sido del todo bueno para muchos.
- ¿Cómo podría describir la cultura que dejaron atrás?
Es que en la feria antigua quedó la lucha de nuestros viejos, la pelea que ellos dieron por 60 años de tener un espacio digno. Y nosotros vimos como ellos se desgastaron para tener algo mejor y que nos toque a nosotros en segunda o tercera generación es un logro que ratifica.
-Es como una nueva casa para ustedes…
Sipo, es una nueva casa con nueva piel y vivencias y todavía hay que acostumbrarse.
-¿Cómo ha sido la experiencia, como persona, de dedicarse a esto?
Es más que lo comercial… siempre digo que si yo volviera a nacer volvería a hacer lo mismo, es que el contacto con la gente en el día a día no lo cambio por nada. Siempre conociendo nuevas personas o tener la oportunidad de viajar por todo el país y hacer cosas por nuestra gente, eso no hay forma de pagarlo-asiente muy seguro de sus palabras-.
-¿Le gusta estar aquí entonces?
Es la vida…siempre se da, que uno de la familia es quien sigue la tradición. Si preguntas en cada uno de los colegas, te das cuenta que siempre hay un “hijo de”. Son generaciones de tradición.
- ¿Cómo recuerda la feria que estaba en calle Chillán en sus inicios, cuando era más niño?
-Tengo recuerdo de que habíamos como 12 o 14 puestos de frutas y no había más. Y en el gimnasio que había adentro había un restaurante donde se instalaban los pequeños agricultores. La gente de campo llegaba en camiones y carreteras. Después las micros, las libres, o sea se amplio y se pudo llegar a todas las comunas de la costa y también a comunas aledañas como San Pablo, Purranque, Octay, Puyehue. Es como que cada día se ha ido sumando más gente. Como te digo, esta cuestión es así, pero no nace una persona y dice ya me voy a trabajar a la feria…hay que llevarlo en la piel.
- ¿Hay mucha competencia en la feria?
- Yo creo que no, porque uno se gana sus clientes. La feria libre de Rahue que es única, en la novena y décima región. O sea nosotros convivimos con el mundo rural. Son dos mundos diferentes y se conjugan de tal manera que son como un mal necesario. Y difícil por ejemplo que un supermercado nos absorba.
- ¿Cómo es eso de un mal necesario?
Es que cuando se pensó en este recinto, nosotros dijimos que nos íbamos siempre y cuando se vayan con nosotros los buses rurales. Garantizamos siempre ese espacio para la gente de campo, nunca hemos podido dejarlos aparte. Aparte que los sectores de la costa son los más pobres de la región así que hay dejarles un espacio para que hagan alguna actividad.
-Ya llevan dos años acá. ¿Cómo ha sido la recepción de la gente?
No…en el primer mes que estuvimos acá, que llegamos en verano era realmente espectacular. Trabajamos hasta las 10 de la noche y era una locura.
-Y ¿hoy lo ha afectado la crisis económica?
Nos ha tocado, pero hemos seguido teniendo un público atractivo que nos prefiere. Y aparte que acá siempre van a encontrar cosas baratas…siempre siempre-antes de terminar la idea un casero se acerca a consultar por el precio de la lechuga- 500 vale una de esas mijo y una de acá 250- respondió amable el feriante-.
-¿Cree que es importante que la ciudad haga ese rescate cultural de lo que es la Feria de Rahue?
Sipo…las ferias libres a través de la historia en Chile están desde el nacimiento de la república y son el canal de comercialización más importante en este momento. O sea la cantidad de plata que nosotros movemos en todas las ferias es enorme y eso nadie lo puede negar. Soy dirigente nacional de las ferias libres y recorro el país y nos juntamos y analizamos sobre estos temas así que aquí nadie me puede venir con historias.
Según la visión de Juan Carlos Chaura las Ferias Libres si tienen un valor importante tanto a nivel local como naciona. Por lo que destaca el trabajo que hoy enfrenta para dar a los feriantes una mejor calidad de vida.
-Me contaba que fue dirigente en la Feria. ¿Cómo llego a posicionarse en ese cargo?
Es que hay personas que nacen con cierto carácter. Y cuando el mundo confía en uno, tus colegas, hay que responder a su confianza. No hay otra fórmula. Y creo no haberlo hecho mal.
-¿Ya no es dirigente entonces?
Fui dirigente casi 10 años en la feria y lideré todo lo que el fue el trabajo de la feria antigua para llegar a esta. Y acá estuve dos años y luego por temas legales tuve que dejar el cargo. Aparte que hubo un tema político, candidatura a concejal y no era compatible con lo que yo hacía. Por lo que dejé que otras personas tomaran el liderazgo del trabajo que ya habíamos hecho. O sea el mayor trabajo ya estaba hecho.
Y lo que tiene que ver con mi trabajo a nivel nacional es otra cosa. Estamos trabajando para recuperar la ley de las ferias libres que hasta el año 73 nos daba un montón de beneficios a nivel social…en eso estamos.
-¿Y ahora no hay ninguna ley que los proteja?
Solo los decretos municipales. Pero son precarios, o sea tengo un contrato precario por 6 meses si el administrador quiere me lo renueva.
El tema de la ley, es que garantiza un contrato renovable por 8 años que nos da estabilidad. Y nos crea una figura de salud que no tenemos. En ese sentido hay harta labor que hacer.
-¿Se ve prometedora la respuesta?
Si. Ha estado dos veces en el congreso. Lo último que conseguimos fue el fondo de fomento a las ferias libres que la presidenta lo autorizo por mil millones de pesos para todas la ferias. Son 25 proyectos que postulan en todo el país y quedan los mejores. Nosotros postulamos uno de 41 millones de pesos, que tiene que ver con todo lo que nos falta; publicidad, pesas electrónicas, señalética, radio televisión, sistemas computacionales para tener nuestra página web.
-Igual tienen ideas y se han movido…
Sipo-expresa entusiasta-de eso se trata. Hay que adaptarse al mundo actual. La dignificación del trabajo tiene que hacerse igual.
- Y en un día normal del trabajo, a qué hora llega a la feria.
A las 6 de la mañana.
-¿Y hasta que hora?
Hasta que nos cabreamos, podemos estar hasta las 10 de la noche sin problema. Y de hecho uno de los anhelos que tenemos es hacer una venta nocturna, o sea como todos los supermercados…para tener otro tipo de cliente que no pueden venir a la feria en el día…entonces la idea es abrir una vez al mes en una hora determinada para ellos.
Historias y tradiciones son las que los feriantes dejaron en ese espacio en Calle Chillán. Costumbres que año tras año fueron tomando más fuerza y vigor hasta convertirse en parte de la vida de quienes han pasado importante parte de su vida dedicándose a esto.
- Con respecto a tu historia de vida. Qué es lo que podría rescatar de lo que vivió en la otra Feria.
Bueno la feria antigua a mi me dio todo lo que es mi educación. Gracias a la feria terminé todos mis estudios básicos y medios. No pude seguir la universidad porque en ese tiempo no había tantas carreras técnicas...es gratificante me enseñó muchas cosas, me dio el aprender a ser dirigente, capacitarme en hartos rubros, participar en congreso…me dio una base de vida.
-¿Qué me puede contar sobre tradiciones propias de la Feria?
Nosotros empezamos primero recordando nuestra gente que se había ido, nuestros muertos y parientes. Después empezamos a celebrar nuestros aniversarios en donde participaba más la comunidad que nosotros mismos. Organizábamos al a gente en alianza, hacíamos actividades de ayudas, nos integrábamos en la ciudad.
-Y cómo era ese ritual cuando alguien fallecía
Esas son cosas que logramos…y por primera vez logramos sacar, le digo así en buena onda, a los curas de los iglesias y los llevábamos a la feria.
Hacíamos misa en recuerdo de toda nuestra gente.
-Si tendría que elegir… ¿optaría otra vez por esta nueva feria?
Si…porque de una vez por toda la gente tiene que entender, la autoridad más que nada, que lo que nosotros hacemos no es que seamos comerciantes independientes, simplemente le evitamos al país un montón de cuestiones pero perdemos un montón cosas. No estamos en la lista de cesantes, participamos en las actividades gobierno…hace mucho tiempo que la autoridad no invertía en feria, pero ahora lo están haciendo.
-Finalmente, qué es para usted la feria.
Hay historia de vida -dice con un tono firme-Si aquí hay gente que se ha conocido en la feria, gente se ha casado, familias jóvenes que se han venido… ha permitido educar a muchos de nuestros niños. Así que más que un trabajo es una razón de vida-concluyó con un largo suspiro-. Imprimir
2 comentarios:
encuentro que lo llevaste bien, me gustó saber un poco sobre la historia de Osorno. Buena introducción al personaje, el primer encuentro y la pregunta final encuentro que sirve para reforzar toda la entrevista, y como muchas veces de lo que uno más sabe y de lo que más sentimientos pueden hacer aflorar, uno no sabe por dónde partir ni qué rescatar y Chaura según mi interpretación lo dice todo luego de su suspiro. ojo con unos ´ y una L
Grande Osorno! + +
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