domingo, 14 de junio de 2009

“Todo pueblo tiene derecho a mantener su historia”



Este texto fue escrito hace más o menos 3 años. Se trata de una entrevista a un líder mapuche, en el contexto de un conflicto “medioambiental”. Las comillas no están puestas por casualidad, porque al leer este escrito se puede constatar que para el entrevistado no se trata meramente de un conflicto medioambiental. Hay otros antecedentes e ingredientes que llevan el tema a una dimensión distinta. Espero pueda servir a otros estudiantes de la carrera para entender que a veces nuestras intenciones e intereses como futuros comunicadores pueden diluirse en el camino y tomar una forma que a veces nos parecen inconmensurables, pero de un interés inusitado y atractivo.





Jorge Hueque, mapuche e integrante del Parlamento de Koz-Koz

“Todo pueblo tiene derecho a mantener su historia”


Por Miguel Negrón

Egresado de periodismo en la Universidad Austral de Chile



Con un frío pocas veces experimentado me recibe Panguipulli, comuna perteneciente a la nueva región de Los Ríos, la mañana del sábado 7 de julio. La cita estaba planeada para las 10 hrs. en la ciudad, ubicada en la pre-cordillera de Los Andes. Recién a las 11 de aquella gélida mañana de invierno logro tener contacto visual con mi entrevistado. La verdad es que nos encontramos “por casualidad” en la calle. Según me comenta -mientras trato de asimilar el inusual hecho- él “intuyó que yo podría ser” el joven estudiante de periodismo que se comunicó para poder hablar un momento sobre los proyectos hidroeléctricos que se planean construir en la zona y el conflicto que vive este pueblo ancestral, al cual pertenece.

Hueque, de pelo largo, liso y negro, como la boina que lleva puesta, me explica que debe hacer algo urgente y que en ese preciso instante no podrá atenderme. Finalmente, quedamos en volver a vernos a las 17.00 hrs. para platicar. Las 5 de la tarde ya se habían cumplido y por lo mismo es que debo llamarlo a su celular. “En quince minutos más” estoy allá contesta, cuando ya son cerca de las 18:00 hrs. Finalmente volvemos a vernos las caras, esta vez sí para conversar con mayor soltura. Y es que Hueque, integrante del Parlamento de Koz-Koz, es una voz relevante para responder dudas acerca de qué está ocurriendo en la zona en relación a los proyectos hidroeléctricos que se han anunciado.



Cuenta que no le gusta la palabra líder para referirse a él. Prefiere ser conocido como integrante de un “movimiento social”. Me explica que la principal tarea por ahora es defender el territorio. “La territorialidad es todo para nosotros”, espeta mientras bebe una taza café en la Ruka que existe en la ciudad y que sirve como punto de reunión de las comunidades. Mientras observo el interior del lugar me comenta que “desde chico su padre lo andaba trayendo” y que gracias a eso es parte de un movimiento social como el que integra. El Parlamento de Koz-Koz nace como una organización interesada en defender los intereses y derechos de los pueblos mapuches de la zona. En 1907 ocurrió el último encuentro y éste año, cuando se cumplen 100 años desde aquella histórica reunión, el Parlamento de Koz-Koz vuelve a existir como organización. Hueque desea que el “movimiento sea más grande” para poder darle mayor peso. Una de las últimas novedades del Parlamento es que “se ha instalado en el territorio una comisión constituyente”, una “estructura socio-política integrada por Lonkos y otras autoridades mapuches”, explica Hueque.

Las hidroeléctricas

Es ya sabido que existen claras intenciones de construir hidroeléctricas en la región de Los Ríos. Las principales empresas interesadas son las transnacionales Endesa y SN Power, y la nacional, perteneciente al grupo Matte, Colbún S.A. De hecho, la semana pasada, SN Power anunció en la prensa local que tienen proyectado hacer 4 centrales hidroeléctricas de pasada en la zona. Liquiñe (118 MW), Pellaifa (108 MW), Maqueo (320 MW) y Reyehuico (20 MW) serían los lugares en los que la transnacional de capitales noruegos –eventualmente- construiría.

Por otro lado, no se puede olvidar que Colbún, empresa interesada en intervenir el río San Pedro con una central que produciría 155 MW, debió retirar su Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de la Corema (Comisión Regional de Medio Ambiente) de la Xa región de Los Lagos, porque tenían la intención de mejorarlo. Lo cierto es que el estudio era insuficiente y poco riguroso, según lo manifestado por las entidades públicas, que no dudaron en rechazarlo al primer análisis.

Respecto de Endesa, ésta busca construir en el río Neltume una central que, eventualmente, aportaría 400 MW. Todo esto es visto como una amenaza para los empresarios turísticos de la zona, grupos ambientalistas y comunidades mapuches. Lo cierto es que éstos últimos aún no pueden olvidar lo que Ralco, en la 8ª región, significó en su momento. Todo lo acaecido ahí fue en desmedro de las comunidades pehuenches de la zona. Este es el tema de fondo y Hueque, siempre atento a mis preguntas, responde con claridad y sin eufemismos.

Colbún retiró su EIA (Estudio De Impacto Ambiental) antes que termine el plazo para que la ciudadanía termine de hacer sus observaciones. ¿Qué opinión le merece tal hecho considerando, además, que las entidades públicas le hicieron una gran cantidad de observaciones al estudio por la poca rigurosidad de éste?

Yo creo que es la misma forma de manipular el tratamiento del proyecto con la ciudadanía. Así como se ha hecho de carácter desinformado anteriormente, hoy día se están dando las condiciones para lanzar un proyecto con adecuaciones que la misma ciudadanía ha hecho en relación a la participación. Eso se tomó como un triunfo de parte de las instancias públicas, o en este caso, de algunos diputados que se manifestaron diciendo que gracias a ellos había ocurrido esto.

¿Usted cree que ellos, los diputados, tienen otro interés que no sea rechazar las hidroeléctricas?

En la comisión de Medio Ambiente de la Cámara estuvo presente el diputado Jaramillo. El diputado Jaramillo dijo con todas sus letras, que era demasiado tarde para modificar aquel proyecto y que sea como sea, el proyecto tiene que aprobarse. Sin embargo, cuando Colbún retira su proyecto, éste apela a que es un triunfo de los diputados. Para mí, es un sinvergüenza de primera, en el sentido que plantea una cosa y luego otra.

Se da vuelta la chaqueta…

Claro. Pero eso fue gracias al movimiento ciudadano. Aquí en Panguipulli, cuando se vino a presentar Colbún, no se aceptó. Los echamos a la calle, con toda la gente que se manifestó en contra. No queríamos escucharlos, porque nosotros teníamos el proyecto en las manos y ya lo conocíamos. Sucedió lo mismo en Ñancul, en Los Lagos, en dos oportunidades, en Valdivia, donde estuvo la gente del Parlamento de Koz-Koz. Esta alianza entre el Parlamento de Koz-Koz y la ciudadanía en general, no permitió que planteen su proyecto.

¿Cree que en esta ocasión volverá a suceder, por ejemplo, lo acaecido hace unos años en Ralco, o se optará por el reconocimiento y el respeto a los mapuches?

Lo que veo es que va a demorar la tramitación del proyecto, es probable que demore un poco más. No creo que sea de manera tan brusca, como en Ralco, donde se violentaron los derechos más fundamentales, en este caso con el despojo forzado del pueblo mapuche en la zona pehuenche. Sin embargo, por la forma en que esto está ocurriendo, creo que van a tratar de llegar a la ciudadanía con el fin de sobornar a la gente. Lo segundo tiene una cantidad de elementos que están operando en toda la zona, desde Liquiñe, Río Hueico, Trafún, Choshuenco, Neltume y hacia el sur igual. Están entrando de manera muy sutil para no causar un rechazo social de parte de grupos ecologistas, el pueblo mapuche y de todos quienes están en defensa del ecosistema.

¿Cuántas comunidades mapuches se verían afectadas, en la eventualidad que se materialicen los proyectos que SN Power, Colbún S.A.y Endesa tienen en mente?

Alrededor de 100 comunidades, de manera directa e indirecta. Más allá de las comunidades con personalidad jurídica o comunidades sociales, hay una cantidad de población importante y no tenemos la certeza de cuál es el número de población que hay.

¿Y en familias?

En familias mapuches, hablamos de alrededor de 3.000.

¿Hay comunidades mapuches que discrepen y abiertamente apoyen la construcción de estas centrales hidroeléctricas?

Como te digo, las empresas han usado la idea de sobornar a la gente, pero al mismo tiempo, de crear conflictos internos. Esos conflictos internos son amparados y apoyados por las empresas e incluso por algunas instancias públicas. Por ejemplo, la municipalidad o por programas de gobierno; (el programa) Orígenes de alguna manera. Estos sectores están tratando de vincularse al pueblo mapuche, pero en el fondo crean riñas internas.

En el fondo lo que se logra es que haya una desunión…

Exacto. Eso es lo que están causando las centrales.

¿Qué se espera de parte de la Conama?

No esperamos nada positivo de ellos. Esperamos injusticia, porque las instituciones estatales nunca han sido justas en relación a las reclamaciones de los pueblos mapuches.
Aquí hay elementos tremendamente importantes para nosotros y que nos otorgan una particularidad como pueblo.

Y la Conadi. ¿Cuál es su postura al respecto?

La Conadi hoy está tratando de buscar los antecedentes e incorporarlos dentro del EIA, pero al parecer no tiene mayor peso. La institucionalidad no establece lo que son los conductos propios del pueblo mapuche. Nos reconoce como grupo humano, como mapuches…

La cosmovisión no…

La cosmovisión no está incorporada. La espiritualidad, donde nosotros nos auto-valoramos como personas tiene otros canales…

¿Quiénes han manifestado su apoyo hasta ahora? Me imagino que deben haber algunas organizaciones que estén trabajando en coordinación…

Apoyo a los mapuches, no estoy muy seguro. Lo que se ha creado aquí son varios intereses. Como te planteaba anteriormente, la particularidad que tenemos no es algo material. Ellos están interesados en lo material, en que no se roben los recursos hídricos u otros recursos relacionados, como la biodiversidad de los ríos, los peces, las algas, etc. Pero al mismo tiempo, hay grupos que están interesados en defender el paisaje de Panguipulli, la cantidad de flora y fauna que existe, porque en este lugar hay una gran cantidad de plantas endógenas (propias del lugar). Por otro lado, el paisaje turístico también está siendo defendido. La idea es que no se mate el río Huilo-Huilo y otros, porque es atractivo a la vista. Esos son como los elementos que están en juego.

En el fondo ¿cada uno vela por sus intereses?

Claro. También la municipalidad planteaba en su tiempo que podría haber progreso, pero la gente exigió tanto que no se construya la central que ahora ellos están en la misma. Hoy día hay planteamientos de los cuales no tenemos certeza de hasta dónde pueden durar. Hoy también se plantea la negociación con las empresas, para que se tenga un camino internacional expedito por ejemplo; sólo bienes materiales. También se cuestionan las torres de alta tensión, por los paisajes naturales.

¿Cree que el Estado entrega formas de participación real en decisiones tan importantes?

Creo que de una u otra manera, hay una cierta apertura gracias a la lucha que ha dado permanentemente el pueblo mapuche. Antes no había ningún reconocimiento, ahora tampoco existe constitucionalmente. Sin embargo, y gracias a programas pequeños, que no tienen mayor trascendencia, hay una cantidad de hermanos mapuches al interior de la Conadi o en otras instituciones, pero no es reconocida como la participación mapuche. Sabemos que el Estado es presidencialista y que todo es designado. Cuando uno habla de participación, es cuando el pueblo en sí busca los mecanismos para incorporar a los pueblos indígenas de manera autónoma. Todo depende de las instituciones públicas, entonces no hay participación activa. Lo mismo pasa en el programa Orígenes, donde los que están en los cargos públicos deciden. No hay mapuches, y si es que hay, son de la confianza de las autoridades, de ese sistema de carácter presidencialista.

¿Confía en lo que SN Power y Colbún han manifestado, de considerar la opinión de la ciudadanía?

No se está respetando lo que planteó la ciudadanía. Si se hace el proyecto, no se respeta. Nosotros planteamos que el proyecto no sea asentado en nuestro territorio. Hay una cantidad de elementos que plantea que hay un déficit energético, lo cual es una mentira. Si fuera así, debiera tratar de producirse energía con otro sistema y que sirva a la población, porque nosotros no ganamos nada. No sabemos qué contribución se logra con la construcción de estas centrales.

La ley indígena dice que cualquier proyecto en tierras mapuches debe ser con el consentimiento de éstos últimos. ¿Se ha acercado alguna de las empresas en cuestión a las comunidades que habitan la zona de posible intervención?

La forma de intervención que tienen ellos es entrar a las comunidades sin el consentimiento de la gente. Ellos (las comunidades) no saben de eso, hasta que se encuentra un par de individuos al interior de las comunidades y ellos dicen que son mandados de parte de las empresas. Eso pasó en Liquiñe y en el lago Neltume. Luego ellos buscan la forma de seguir operando ahí por medio del soborno. Si no es así, está la porfía. Si uno se pregunta si hay consentimiento, la respuesta es que no hay. Nosotros tuvimos que arrebatar un proyecto de las manos de Colbún, cuando hacían sus presentaciones, para enterarnos en qué consistía el proyecto.

¿Hay lugares sagrados en peligro?

Hay bastantes.

¿Hay cementerios, por ejemplo?

Hay cementerios, ngillantuwe (lugar destinado a la celebración), lugares simbólicos, históricos, que no se pueden pisotear. Hoy día hay una reconstrucción, a través del Parlamento de Koz-Koz y a través de lo que venía creando en su tiempo el Concejo de Lonkos, de nuestra historia local, de nuestra historia más sagrada. Todo pueblo tiene derecho a mantener su historia. No nacimos ayer, por lo tanto tenemos una cantidad de historias milenarias y eso estamos tratando de reconstituir. Esa reconstitución se ve cortada, porque quienes pueden transmitir oralmente eso, van a ser sacados de ahí. Eso por un lado. Por otro lado, es que se borran (las historias) cuando, por ejemplo, se trasladan hermanos de un lugar a otro distinto, y eso implica que se debe comenzar a construir una historia distinta y por lo tanto se borra lo que está en ese lugar. Nosotros tenemos un origen y eso está ahí, en esos lugares. Por eso es que son sagrados, porque nuestro asentamiento original está ahí. Hoy quieren extraer al mapuche de su lugar de asentamiento y eso es considerado delito, porque se vulnera parte de la ley indígena.

En caso que los proyectos sean aprobados ¿qué medidas se tomarán?

Hoy sólo hay una construcción social, una claridad en la defensa de la vida de parte de la gente que va en constante progreso, de una sociedad mucho más justa. Antes se vivía con una cierta tranquilidad. El pueblo mapuche y la sociedad no mapuche sentían que tenían algo de paz, pero cuando se viene a arrebatar un derecho, nos juntamos todos a defender lo que nos pertenece. Hoy nos damos cuenta que hace falta, en realidad por este modelo neoliberal, la reconstrucción de una sociedad mejor, donde no se arrebaten derechos ancestrales, jurídicos, políticos, culturales. Entonces a lo que aspiramos finalmente es eso. Uno de los fines del Parlamento de Koz-Koz también es ése. No sé si para reconocer la Constitución Política chilena o para abolirla o para modificarla y construir otra. Para eso tenemos que tener claro qué país queremos, que país deseamos. Si tú me preguntas que vamos a hacer si es que se logra construir, creo que estamos armando el tejido socio-político.

Es la contienda, como dijo alguien por ahí, entre David y Goliat…

Siempre se ha pasado la aplanadora encima. Finalmente, siento que siempre se ha ganado. Soy un hermano mapuche de esperanza, porque nunca muere la esperanza en la conciencia de uno. Podrán robarnos cosas materiales, pero seguimos estando acá, en los territorios que nos dejaron nuestros antepasados. La dignidad está presente siempre, por lo tanto creemos que, a pesar de la monstruosidad de estas empresas y la cantidad de recursos que se destinan para derribar un pueblo, no lo han hecho. Sin tener recursos ni una gran cantidad de bienes, siempre hemos triunfado. Nuestra lucha, a lo mejor, puede ser muy pausada, pero hoy se ve una convergencia nacional del pueblo mapuche frente a la problemática en general. Se han explorado vías internacionales que son formas de golpear a este sistema. De la misma manera, hemos consensuado con la sociedad civil para que hagan suyo nuestra problemática y nosotros hacer nuestra las problemáticas que ellos plantean.


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